Preacher

Exchange

Homilías Dominicales

Please support the mission of
the Dominican Friars.

ARCHIVO

Amigable con la impresora

HOME
FIRST IMPRESSIONS
1st Impressions CD's
Stories Seldom Heard
Faith Book
General Intercessions
Volume II
Come and See!
Homilías Dominicales
Palabras para Domingo
Catholic Women Preach
Homilias Breves
Daily Reflections
Daily Homilette
Daily Preaching
Face to Face
Announcements
Book Reviews
Justice Preaching
Dominican Preaching
Preaching Essay
Quotable
Archives
The Author
Resources
Donations

 

 

Adviento

III

(B)

ADVIENTO III

12.17.17

Isaías 61: 1-2, 10-11

1 Tesalonicenses 5: 16-24

Juan 1: 6-8, 19-28


Mucha gente considera la lectura del profeta Isaías que leemos hoy como un mensaje de belleza y de consuelo.  El profeta Isaías estaba escribiendo a un pueblo que se quedó desilusionado después del regreso del exilio.  Él quiso animar y consolar al pueblo, dándoles esperanza que Dios es fiel y les está acompañando a pesar de las apariencias.  El insiste que la fuente de la alegría es la acción continua de Dios en favor de su pueblo.  La lectura termina con las lindas palabras, “Así como la tierra echa sus brotes y el jardín hace germinar lo sembrado en él, así el Señor hará brotar la justicia y la alabanza ante todas las naciones”.   

 Además, tenemos el mensaje de san Pablo que nos dice “Vivan siempre alegres”, otras palabras de consuelo.  Es con razón que la Iglesia llama a este tercer domingo de Adviento el domingo de alegría.  Es una alegría que no depende de la suerte ni de la condición económica, sino del amor infinito de Dios. 

Otro tema de las lecturas es el del testigo.  San Juan anuncia claramente: “Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.  Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz”.   

Juan el Bautismo vino para dar testimonio de Jesús.  Nunca buscó fama como el Mesías; más bien aceptó su papel de profeta, insistiendo que él es simplemente la voz que grita en el desierto.  Juan pasó su vida dando testimonio de Jesús, y al final dio su vida por esta vocación. 

Juan Bautista sirve como ejemplo para nosotros.  Una manera de describir la vocación de cristiano es con la palabra “testigo”.  Por el Bautismo, estamos llamados a levantar la voz y decir lo que creemos de Dios y de Jesús.  Durante este tiempo de Adviento, tenemos la responsabilidad de proclamar que nuestro Dios viene compartiendo nuestra naturaleza, experimentando las penas y alegrías de la vida humana, viviendo en la esperanza del reino de justicia, y prometiendo que estará siempre con nosotros. 

El Evangelio de San Juan es un relato de testimonios de lo que han oído y visto los primeros cristianos.  Los enfermos dan testimonio de su curación por el poder de Dios.  La mujer Samaritano da testimonio de la persona de Jesús.  Los ciegos dan testimonio de su nueva visión de la presencia de Dios.  Los pobres dan testimonio del mensaje de amor que Dios les extiende.  Los pecadores dan testimonio del perdón de Dios.  Los apóstoles dan testimonio del poder que Jesús comparte con ellos.  Y después de la Resurrección, los discípulos dan testimonio de la presencia viva de Jesús.      

Entonces, nos quedamos con la pregunta: “ ¿Como podemos dar testimonio de la llegada del reino de Dios”?   Como Juan el Bautista, podemos señalar que Dios está cerca y que debemos estar listos para recibirle.  Y como los muchos testigos que encontramos en el Evangelio, podemos dar testimonio de la presencia de Dios en nuestra vida, en todas sus manifestaciones.   Podemos reconocer la belleza de la naturaleza y los adornos de esta estación; podemos cantar con alegría de las promesas que Dios hace de acompañarnos en cualquier dificultad de la vida; y podemos reconocer la bondad de las personas que nos rodean.  Como oración por esta semana, podemos dar testimonio usando las palabras de san Pablo: “Vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracia en toda ocasión, pues esto es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús.”


"Sr. Kathleen Maire  OSF"  <KathleenEMaire@gmail.com>



Homilías Dominicales Archivo

HOME XXXIII DOMINGO CRISTO REY ADVIENTO I ADVIENTO II ADVIENTO III